martes, 30 de junio de 2009

Imagen temática



Esta imagen es del proyecto ¿Cuanto vale una “luca”?...

Al ser este una fotografía de montaje, es claro y evidente, el lenguaje articulado y escrito. Podemos leer sin dificultad, “mil pesos”, podemos deducir la palabra “banco central” y “chile” y en el papelillo divisamos ciertas letras que se asumen como la marca del producto.
Al haber elegido el hecho de que se pudieran leer, estas palabras, el montaje, nos quita la posibilidad de descodificación lenta y de una interpretación subjetiva, ya que queda claro que se trata de un billete de mil pesos triturado. Ahora bien el contexto en el cual se deposita, dichos restos de papel (el papelillo) es lo que le da la fuerza ala imagen, para una decodificaron y la posterior interpretación. Ahora bien, ¿esto necesariamente convertiría a esta imagen en una imagen simbólica? Creo que no, ya que la interpretación de esta imagen se explica por lo explicito del texto, ya que este es el que globaliza la metáfora, dotando a la imagen, una imagen transversal y de esta forma provocar el posible entendimiento en otro país distinto a Chile.

Esta imagen no tiene un fondo, por lo tanto es posible contextualizar al espectador, para de esta forma se pueda situar en un ambiente, situación, lugar, etc., sin embargo si podemos saber o más bien aproximar, la época en que podría caber sido esta imagen… habría que sin embargo, investigar, hace cuanto esta en circulación el billete de mil pesos en chile, para así cumplir esa aproximación. De esta forma el texto en la imagen cumple una función de fondo y seria el contextualizador n la imagen. Ahora bien las dos manos que salen en la imagen, le estarían dando el toque de humanidad a la imagen, ya que sin podernos situar en un espacio, podemos contar con la presencia de vida humana.
El plano de la foto responde a una visión subjetiva, lo que vería un consumidor al preparar su cigarrillo de marihuana. Esto le da a la imagen un carácter más íntimo y una doble funcionalidad. La persona que consume o a consumido, o más bien a fabricado un “pito” se sentirá identificada, sin embargo la persona que no lo ha visto y no lo ha hecho nunca, no podrá entender el código, que estaría siendo connotado por la posición de las manos y por la vista del plano fotográfico.

Es claro el poder proyectivo de esta imagen, ya que tiene muchos sentidos denotado. Al imitar a la imagen de publicidad, esta imagen impide que los sentidos se desorienten, ya que su función es clara y precisa. Si en la publicidad la imagen busca impactar para vender, aquí la imagen impacta, para significar o dar a entender una metáfora, que se refiere al valor de un producto, que por muy ilegal que sea, se transa en el mercado y se consume. Aquí en ésta imagen, no es necesario una función de relevo, ya que esta solo redundaría en lo mismo, llenado la imagen de información innecesaria.

Es obvio, que en esta imagen, no encontramos con elementos que aluden al conocimiento de la realidad cultural, existiendo un gran numero de receptores que sin ningún problema entenderán el mensaje. El billete de mil pesos, y el papelillo de marihuana serán comprendidos rápidamente por el espectador. Claro el billete de mil pesos hecho pedazos, para un chileno estaría claro y no seria necesario el Mensaje icónico literal, pero es aquí donde el autor asume el hecho y decide incorporar un elemento visual perceptivo literal, para la hacer más fácil comprensión.

Por lo tanto esta imagen pasaría primero por una etapa de denotación e identificación, que seria la lectura de primer nivel, para luego después pasar a la segunda lectura. En la que habría una connotación y una interpretación simbólica en la que lógicamente entrarían en juego el bagaje cultural de la persona o receptor.



Es claro de que esta imagen es o pretende ser temática. Ahora se encuentra con el problema de la interpretación subjetiva del receptor, sin embargo es claro que apunta al menos a tres temas. El primero y el más evidente, apunta al precio universal en Chile de un “pito” de marihuana. El segundo apunta al consumo y a la visión que tiene un consumidor y el tercero apunta a los distintos usos que le puedes dar a un billete de mil pesos en Arica, Chile. Este último punto, solo se entiende y comprende al ver las otras imágenes de la exposición, por lo que no es un tema que se infiera por esta imagen por si sola. Ahora bien esta imagen temática, al estar rodeada de las demás imágenes de la muestra, cobra más fuerza y mas sentido, ya que estas te conducen, a un viaje de probabilidades, en el supuesto de que tienes solo un billete de mil pesos, lo que te alcanzaría para… Ahora, creo que esta imagen es temática por si sola, ya que brilla por si misma, a diferencia de otras imágenes que necesitan de las otras para cobrar sentido. Esta es la razón por la que la elegí, ya que al menos contiene dos temas por si sola.


Esta claro que el papelillo, es un objeto y cumple su función como tal, el que a veces por falta o ausencia es remplazado por diversos tipos de papeles, siendo muy popular entre los consumidores, usar hojas de la Biblia, en fin como no puede haber un objeto que no cumple ninguna función, me detengo aquí.

Ciertamente nos encontramos, con dos objetos sumamente ordinarios, el primero que es el billete de mil pesos, el cual debe al menos por una vez pasando por la manos de todos los chilenos mayores de seis, años y el otro el papelillo, que de hecho, sirve para los consumidores de tabaco, dicho sea de paso existen gran variedad, en colores y sabores, pero en esta imagen se eligió el común y corriente, para permitir vía el cliché y la popularidad su fácil identificación. Siendo entonces muy importante el esteriotipo y el marco teórico conceptual para lograr la comprensión exitosa de la imagen.

La coordenada simbólica de este objeto, lo representa claramente el billete de mil pesos, (del que a priori se puede hacer una interpretación profunda y metafórica) destrozado puesto en un papelillo como si fuera marihuana.
La coordenada de clasificación, seria aun más clara, billete de mil pesos chileno equivalente a casi dos dólares americanos, papelillo de marihuana, sin sabor de papel de arroz, que en algunas tiendas del país venden a treinta o veinte pesos por unidad y cuya caja se vende generalmente en quinientos pesos chilenos.

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