Michael Jackson: ¿Héroe o Villano?

Fué a mediados de los sesenta cuando el padre de Michael Jackson, un músico aficionado que lo único que tenía era una guitarra eléctrica decidiera armar una banda musical con sus cinco hijos varones, su trabajo como operario de grúa en una fábrica de fundición de metal no le alcanzaba para mantener a su numerosa familia. Fué entonces cuando su esposa se fijó en el gran talento del menor de sus hijos; el pequeño Michael de solo cinco años de edad. Su prodigiosa voz y su talento innato para bailar despejaron cualquier duda e inmediatamente lo instalaron en el lucrativo proyecto que aseguraría la vida de la familia Jackson.

The Jackson Five, un grupo que mezclaba el Rhythm & Blues, Disco y Dance, lograron varios singles, muchas actuaciones en televisión e invitaciones a los programas más exitosos de la television norteamericana de la época. Pero Michael tenía otros planes e inició una carrera solista que en pocos años lo llevaría al exito y a la consagración mundial.

La noche del 25 de Marzo de 1983, Jackson estrenó el "paso lunar", el que habia inventado en la cocina, que cambió para siempre la historia de la música popular. Y claro, todos quedaron boquiabiertos. Michael entendió antes que nadie que no bastaban los sencillios en las radios y con las fotos promocionales. Las posibilidades del escenario eran infinitas y habia que preocuparse de todo: las canciones y las coreografías, el vestuario y las luces.

Un veintiañero Michael había tocado el cielo gracias a su talento, el más pequeño del clan Jackson había "matado" imaginariamente a su padre, el que lo había fustigado brutalmente desde niño para que aprendiera las lecciones de los numeros artísticos que debia realizar a la perfección, para convertirse en un artista. Con su vestimenta ridícula, tuvo a varios frente al espejo ensayando el pasito para atras, el de la "caminata lunar".

Ni él mismo se habría imaginado ni en el mejor de sus sueños la fama y el reconocimiento que alcanzó tan rápidamente, fué el primer artista en obtener dos estrellas en el paseo de la fama de Hollywood, aparte de las relaciones sociales con los personajes más importantes de EE.UU., desde el presidente hasta productores musicales y de cine, como su gran amigo Steven Spielverg.

Pero este tan amado e idolatrado artista, escondía uno de sus más grandes secretos, ese de que le gustaba llevarse a niños a vivir con él a su mansión y meterlos entre sus sábanas, a Neverland. A ese lugar "mágico", al cual sólamente él y sus pequeños invitados tenían acceso, "la tierra del nunca jamás", esa en donde ninguno de sus amigos "jamás crecería", como si gozaran de una infancia perpétua y en la que él, se negaba a ser un adulto y volvía a ser, en su retorcida mente, un niño más.

Los últimos años Jackson no estuvo en la palestra de los medios por sus logros artísticos. Sino por su bizarra vida, hizo más noticia por sus problemas judiciales ligados a la pedofilia, por sus monstruosas cirugías las cuales lo hicieron lucir como un zombie más de su clásico video "Thriller" y por sus problemas económicos. Claro que eran problemas ajustados a su distorsionada realidad, ya que pagaba como arriendo en su mansion de Los Angeles, en dinero local, sobre los $ 50.000.000, fuera de los gastos de la médicos y de la servidumbre. Esa era una de las razones por las cuales deseaba con tantas ganas volver a los escenarios y recuperar el trono y la corona que había abandonado, para volver a ser el rey del pop, pero lamentablemente, su corazón de niño, no lo dejó y se detuvo para siempre.